miércoles, 1 de junio de 2016

Luego de meses de no escribir, de no expresarme, estoy experimentando una mezcla de sentimientos que no es muy rara en mí. Descubrí que nuncapuede estar todo bien, todo en orden, todo en su lugar como debe ser. El mundo es grande, pero no tanto como mi mente, aunque no estoy segura de que mi corazón fuera a soportar mucho más. ¿Qué está mal en mí? Qué fue lo que hicieron conmigo que ultimamente está todo errado en mi vida? Me gustaría poder decir que es mi alrededor el que siempre se equivoca, que es el mundo quien complica mi existencia y cuestiona cada tanto si no sería mejor que dejara de existir. Pero no puedo, ya no puedo mentir más. Nací y crecí rodeada de mentiras y secretos, y como concecuencia me convertí en una gran mentirosa. ¿Habrá sido mi error o el de alguien más? Todos Tenemos problemas solo que algunos no sabemos de qué manera enfrentarlos. En mi cabeza siempre tuve claro que ningún error se comete 'sin querer', esas palabras solo abarcan a los accidentes. De modo que siempre sostuve que quien se equivoca y luego se arrepiente es porque fue lo suficientemente estúpido como para no planteárselo dos veces de manera que ya desde el principio lograra su cometido de manera correcta, sin errores, ahorrándose la pena y la angustia de haber lastimado a terceros. Hoy ya no pienso así. Solo el cielo  sabe qué hizo que cambie de opinión. 


 Los últimos meses he cometido error tras error, siempre la misma piedra, jamás aprendiendo, llorando hasta el cansancio por aquel sentimiento de angustia provocado por el remordimiento y las ganas de rectificar, retroceder el tiempo, recordar quién realmente soy. Ya no quiero caer, ni quiero que otros caigan por mí. Quiero volver a ser yo misma, quiero volver a amar, volver a sentir, poderte mirar sin intentar ocultar la culpa que anega mis ojos en lágrimas. Quiero poder sentirte, sin sentir el remordimiento quemando mis venas. Te quiero recompensar con cada beso el tiempo perdido, sonreirte sin amargura en mis labios y enamorarte otra vez como lo hice hace 6 años.

Los problemas siempre saben dónde estás

¿Que hay detrás de esa sonrisa? Me preguntó una vez un desconocido. Cuando sabés que todo esta saliendo mal, que un problema desencadena otro y así sucesivamente, el “es cuestión de tiempo, ya va a pasar” no sirve de nada. No me sirve ahora que las cosas siguen pasando y acumulándose en mi hogar. Por tal motivo desconfío, desconfío de la tranquilidad y todo lo que se le parezca ya que esta se transforma cuando empezás a disfrutarla. Entonces estoy preparada para ver su peor cara, esa que hace que duela la cabeza, que provoque pesadillas y que quiebre en mi almohada. Los líos me siguieron y plantearon un desafío. No se van fácilmente, al contrario, con el paso de los días un problema se hace notar mas, como esperando que sea su amiga y demuestre lo que puedo dar. Y no, no es que no se puede, no se quiere. No se quiere porque duele, me destruye por dentro ver que ella está mal. Le di un respiro al alma y hoy entrego lo mejor de mi. Siempre devolveré todo y mucho mas de lo que me dio porque gracias a ella existo. Le dije que detrás de mi sonrisa guardaba mis problemas siendo fuerte y así me regaló su sonrisa.
Hay momentos en que los problemas se presentan en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por alguna razón. Solo cuando los superamos, entenderemos por qué estaban allí. Frase de Paulo Coelh