jueves, 14 de abril de 2016

Un lugar. Todos necesitamos un lugar en la inmensidad de este mundo, un espacio dónde sentirnos bien, dónde ser uno mismo, auténtico, sin las voces de los prejuicios, un lugar dónde se pueda entrar solo o acompañado, a gusto de cada uno. Dónde se pueda decir «llegué, éste es mi sitio y aquí me quedo». A veces el lugar no tienen que ver con algo físico sino algo perdido en el inconsciente, aquel ideal de cosa, lugar o persona. Un lugar dónde refugiarse, dónde soportar los huracanes de la vida, dónde encontrar el silencio de la rutina ajetreada, o dónde gritar lo que el resto ignora. Mi lugar es este, es ahora mismo escribiendo algo que quizás sólo yo encuentre su verdadero significado y nadie más entienda. Un lugar dónde nadie más me comprenda, y que suelo dejar, abandonar por tiempo indeterminado, pero nunca olvidar. Sólo aquí me siento «bien».

lunes, 11 de abril de 2016

Sé que no debería darle tantas vueltas a las cosas, a veces hablo demasiado. Cuando alguien me importa, doy todo lo que puedo y más esperando recibir lo mismo. Esperando algo que nunca llega, siempre hay uno que demuestra más. No soporto ser yo esa persona, pero es que no sé querer a medias. Si tú das, yo intento dar el doble. Me tiro de cabeza a la piscina sin saber la cantidad de agua que contiene y así me va. 
la vida se ha olvidado de que hay más personas en el mundo a las que putear, me ha tocado a mí todo lo malo en estos días. Dicen que estas experiencias te hacen más fuerte, pero yo cada vez me siento con menos fuerzas. Cuando por fin consigo dormir, me despierto en mitad de la noche llorando.No puedo hacer como que todo está bien. Nada está bien. No quiero salir de la cama, nada más levantarme ya hay algo que se rompe en mi vida. Me siento completamente sola, y lo único que puedo hacer es eso.